La llamada tinta pigmentada a base agua se fabrica principalmente con agua como disolvente mediante un proceso científico. En comparación con otras tintas de impresión, la tinta a base agua no contiene disolventes orgánicos tóxicos volátiles, por lo que no tiene efectos adversos sobre la salud de los operarios de las máquinas durante el proceso de impresión. Además, no contamina el entorno atmosférico ni el propio material impreso.